"Sólo necesitaba un poco de espacio para respirar. Eso es todo. Y así es como empezó todo. Mi marido me había dejado. Éramos yo, mis dos hijas, nuestra autocaravana y un nuevo comienzo. Teníamos muy poco, excepto el uno al otro y la esperanza. La esperanza no pagaría las facturas, así que hice una búsqueda en Internet, buscando alguna ayuda a corto plazo. En esa búsqueda encontré a Lighthouse Christian Ministries. Fue una cosa de Dios. A través del ministerio, adquirí una nueva comprensión de Dios. Él nos cuida y protege a mí y a mis hijas mientras crecemos a través de nuestros desafíos y nuestras oportunidades. Cito libremente 1Corintios 15:10. Describe mi vida. Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y su gracia para conmigo no ha sido gratuita". Estoy en paz con los planes de Dios. Sé que estoy en buenas manos".